Ña Polí O La Pureza De La Gente Como Usted

	  		(rasguido doble) 

INTROD D - G - A7 - D - Em - A7 - D 
              D - Em - A - D 
I 

   D                               F#m 
Cuando regresa a las casas por la noche Ña Polí, 

          G                       D 
viene trayéndose la luna tras de sí. 

           A                          G 
Su sombra dulcemente herida sobre el carro 

                   A7                     D 
se le mece lado a lado cuando pasa por aquí. 

              A7                      G 
Las riendas sueltas no detienen a su zaino 

                   A                       D 
que la lleva despacito como haciéndola dormir. 

II) 

 D                                 Em 
Ña Polí, Ña Polí, quién pudiera subir a beber 

        A                        D 
en sus cántaros alguna que otra vez. 

                  B7                    Em 
La esperanza, la fe, la paciencia, el amor, Ña Polí, 

      A                       D 
la pureza de la gente como usted. 


INTERMEDIO: D - D - Em - A7 - C#7 - D 
            D - Em - A - D 

I) 
La he visto siempre trabajando desde el alba Ña Polí, 
que envejeció sobre su carro sin sentir. 
Como tallado sobre el cielo se recorta 
su perfil cuando ella pasa ofreciendo leche y miel 
Y desde lejos su cigarro se me antoja 
una roja flor herida que se quema sin querer. 
II) 
Ña Polí, Ña Polí, quién pudiera subir a beber, 
y beber en sus cántaros sin fin. 
La esperanza, la fe que la lleva a seguir, Ña Polí, 

      A                           D - D# - E 
tan alegre que me da vergüenza a mí. 


III) 

 E                                     F#m 
Dele siempre a beber a los niños de aquí, Ña Polí, 

     B7                        E 
solamente de esa leche y esa miel. 

                                   F#m 
Así pueden crecer aprendiendo a tener, Ña Polí, 

      B7                      E    E 
la pureza de la gente como usted. Ña Polí… 


POSDATA: 

(Voy pasando la gente), dice Ña Polí, 
al partir de cada casa de allá… 
A veces me dan ganas de subirme a su carro 
a buscar entre sus cántaros mi niñez. 
Para mí que ella la guarda en un rinconcito por ahí. 
Cada día su mirada infinita me sigue 
como si quisiera decirme: subí…